Precisó que cuestiones como la compatibilidad de estudios, la educación intercultural bilingüe, la capacidad de las instituciones académicas para incluirlos en el sistema educativo nacional, así como el aspecto presupuestal, deben ser revisados de manera exhaustiva.
La legisladora por Acción Nacional reconoció que aunque la bancada blanquiazul ve con buenos ojos la reforma a la Ley General de Educación y no se opondrá a su aprobación por ser un tema que bien puede abonar al desarrollo nacional, preocupa que esos aspectos impidan una verdadera desburocratización del sistema y la posibilidad de dar espacio a los migrantes mexicanos que busquen continuar sus estudios en territorio nacional.
La Diputada del blanquiazul destacó como un avance la modificación al Artículo 14 que autoriza a las instituciones particulares de educación superior para otorgar revalidaciones parciales de estudios, pues afirmó que se trata de una válvula que libera presión al sistema público.
Sin embargo lamentó que en ninguna parte del articulado se establezca la educación intercultural bilingüe como un principio de la reforma, pues destacó que muchos de los jóvenes conocidos como dreamers, que podrían beneficiarse como una medida como ésta, únicamente hablan inglés y en muchos casos su principal barrera al regresar al país es el idioma.
De igual forma señaló que la Cámara Baja no debe ser omisa ante los señalamientos sobre las deficiencias presupuestales de la iniciativa, puesto que ello podría implicar aprobar “una reforma con cabeza, pero sin pies para andar”.
Recordó que distintas autoridades educativas del país y expertos en la materia han señalado la falta de rigor presupuestal en la iniciativa e incluso el propio el propio titular de la Secretaría de Hacienda ha reconocido que no hay recursos para recibir una oleada masiva de jóvenes dreamers en las universidades públicas del país
“Si el Presidente Trump decide terminar con el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, habría más de 600 mil jóvenes mexicanos con estudios universitarios que podrían buscar la continuación de su vida académica en nuestro país”.
“La pregunta es si realmente nuestras instituciones tendrían la capacidad de incorporarlos al sistema de educación nacional”, expresó.