Con un camión tipo rabón, cuya capacidad de carga es de 8 toneladas, Diconsa transita por los angostos caminos y profundos voladeros de la Sierra Gorda queretana para llegar, tras una hora y media de trayecto, a la comunidad San Gaspar, donde sus 365 habitantes reciben alimentos de la canasta básica con un ahorro superior al 20 por ciento.
“El abasto lo llevamos cada dos semanas e incluye alimentos y artículos de limpieza. Para ellos somos la única opción de abasto”, afirmó el gerente de la Sucursal Bajío, Manuel Mendoza Alegría.
La venta de las 8 toneladas de productos se ofrece en la explanada principal de San Gaspar y concluye al mediodía, por lo que hay tiempo suficiente para regresar al almacén rural Pinal de Amoles, que se encarga de surtir suficiente inventario para cubrir la principal necesidad de los habitantes.
“El abasto con camión tipo rabón lo realizamos en regiones donde no hay tiendas comunitarias. En ellos cargamos regularmente maíz, aceite, sardina, atún, harina de maíz, frijol y arroz. Los lugareños ya están enterados de los días y horarios de nuestras visitas”, explicó el funcionario.
La habitante de la comunidad San Gaspar, María Dolores Aguilar, asegura que la presencia de Diconsa significa ahorrar 2 horas de camino, pues de no contar con su apoyo, tendrían que trasladarse hasta el municipio Pinal de Amoles por la despensa. Sólo necesitamos hacer el pedido con dos semanas de anticipación, el resto lo hace Diconsa”, mencionó.
En la Sierra Gorda operan 87 tiendas comunitarias de la paraestatal y un comedor operado por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), todos ellos abastecidos por el almacén de Pinal de Amoles, que tiene como su principal tarea garantizar la seguridad alimentaria en dicho territorio.