Comprometida con la salud de su personal, la Auditoría Superior del Estado ha acatado todas las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades competentes, e incluso solicitó la aplicación de pruebas rápidas para detectar posibles casos de Covid-19 entre sus trabajadores, mismas que se efectúan a partir del pasado lunes seis de julio y finalizarán el próximo jueves nueve.
La aplicación de pruebas se planeó en cuatro jornadas, con la finalidad de abarcar a todo el personal que realiza su trabajo de manera presencial en el organismo fiscalizador, ya que como se informó con anterioridad, el regreso a sus instalaciones es escalonado y gradual, por lo que la asistencia diaria en las oficinas está reducida al 30 por ciento.
En caso de que alguna prueba derive en resultado positivo, se envía inmediatamente a la persona a su domicilio para que continúe el protocolo de aislamiento. Del mismo modo, se le conduce a realizarse un análisis con mayor fiabilidad que la atribuída a las pruebas rápidas.
Lo anterior forma parte de los protocolos sanitarios que la ASE está llevando a cabo, una vez que reanudó sus actividades en los inmuebles que ocupa.