Con la renuncia de José Antonio Meade Kuribreña a la titularidad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para competir como candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a las elecciones de julio de 2018, comenzó tácitamente en México la campaña por la Presidencia de la República.
A pesar de no militar en el PRI, cambios recientes en los estatutos de ese instituto político le han permitido a José Antonio Meade, Licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, convertirse desde el pasado 27 de noviembre en la propuesta externa del partido tricolor para la que va a trascender, y es un hecho, no solo como la contienda electoral más costosa de la historia de México, sino también, y es una conjetura, como la más encarnizada.
Aunque será hasta el 18 de febrero del próximo año que el PRI lleve a cabo su elección interna para escoger al candidato que estará en las boletas de los comicios federales de 2018, el ‘destape’ de José Antonio Meade por parte del propio presidente de la República, el priista Enrique Peña Nieto, deja escasas opciones a quienes suspiraban por competir al interior del partido para la candidatura presidencial. Con el 30 de noviembre como fecha límite para para presentar la solicitud de participación en el proceso de selección de candidatos, no se avizora ningún pretendiente tricolor que pueda hacerle sombra al exsecretario de Hacienda de México.