La producción de gas natural no asociado con los yacimientos de petróleo crudo se derrumbó en 10 años en 57% en México, llegando a su punto más bajo en 15 años, informó la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
“En el primer semestre de 2017, la producción de las principales cuencas de gas natural no asociado cayó 57% respecto al nivel alcanzado 10 años atrás y se ubica en su punto más bajo de los últimos 15 años”, dijo la CNH.
Luego de su última sesión extraordinaria, el órgano directivo de la CNH que encabeza el comisionado presidente Juan Carlos Zepeda, presentó un documento con el balance a la baja en las provincias gasíferas mexicanas.
De las cuatro zonas gasíferas de México, tres están localizadas en el norte del país, en la Cuenca Burgos y las plataformas Burro-Picachos y Sabinas, prolongaciones geológicas de la formación de rocas de esquisto de Eagle Ford, en Texas.
En esa región estadounidense se desarrolla una revolución de la explotación de yacimientos no convencionales gracias a la polémica tecnología de fractura hidráulica (“fracking”).
La cuarta provincia gasífera mexicana está en campos terrestres de Veracruz.
“La perforación de pozos en las cuencas gasíferas ha disminuido desde el año 2006, lo que ha impactado directamente en el nivel producción”, dijo la CNH en su informe oficial.
Mientras que México aumentó sus importaciones gas desde EEUU, el derrumbe de la producción gasífera mexicana en lo que va de 2017 se acentuó “porque no se han perforado nuevos pozos”, sostuvo la CNH.