Una festividad sin valores


Por Oz.

Ya huele a Feria!

Frase que leemos constantemente en las distintas redes sociales que hoy en día nos tienen esclavizados, frase célebre que se le ha dado a ese evento anual que “engalana” nuestro bello estado de Aguascalientes desde 1828, cuando por primera vez se realizó como una actividad para que los comerciantes de nuestra entidad pudiesen vender el producto de sus propias cosechas, así como a la ganadería, la primera vez que esta se realizó fue en el famoso centro comercial llamado “El Parián”, durando más de 20 años.

En esta Feria se puede encontrar todo tipo de actividades que son del agrado para todo tipo de público, desde niños, hasta personas de la edad adulta, pasando por prepúberes, hasta los adolescentes o a los famosos “chavorucos”; Conciertos de artistas que casi siempre son los mismos, que se presentan en los diversos escenarios que esta celebración nos ofrece, sin olvidar esas áreas culturales donde se presentan obras de teatro de distintos géneros, sin olvidar que también hay un lugar específico para los chiquitines de la casa, esos juegos mecánicos que son del agrado de todos nosotros, pues también hay para cualquier edad.

Pero llegó el momento de adentrarse en la cosa que para muchos personajes se ha convertido el elixir de esta festividad, el rey de los negocios, la cereza del pastel y me refiero a la venta del alcohol, en esta parte haré énfasis en lo que para mí, es el principal problema que debemos atender de raíz, hace un año, estuve trabajando como chofer en Uber, y puedo decir como Ciudadano que me tocó vivir de todo, acciones que están a años de luz de hacerme sentir orgulloso, por el contrario, me dio tristeza e impotencia ver y ser testigo del hundimiento al que se somete el ser humano día con día, año tras año, observé un sinfín de bajezas e infamias de las que eran partícipes, tanto hombres como mujeres, sin importar su edad, raza, condición social y/o física, como todo exceso en la vida tiene un límite y ese mismo se postra ante nosotros, haciéndonos sus esclavos.

Es triste y lamentable que no se ponga un verdadero límite para jóvenes de hoy en día, ya no basta con poner letreros con la leyenda: No vendemos a menores de edad! Porque a final de cuentas, siempre hay un adulto que lejos de colaborar, le compra esos productos nocivos a las más chicos, es increíble ver como deambulan por las calles en el perímetro ferial, a las 3, 4 o 5 de la mañana a esos niños que ni siquiera han alcanzado una edad de consideración para valer sus comportamientos por si mismos, jovencitos que todavía necesitan del cariño y el amor de su familia para evitar este tipo de conductas innecesarias, pues hoy estamos viviendo prácticamente una profunda crisis, cada vez cavamos más y más ese hueco de las pasiones y las imperfecciones, ya no buscamos construir y levantar nuestras virtudes, pues ya no nos interesa mejorar nuestra calidad de vida; En cierta ocasión platicaba con un amigo y recuerdo perfectamente que él me dijo: Los valores y la moral se están perdiendo… Me quedé pensando por unos breves segundos y le respondí: Los valores y la moral están ahí, lo que se está perdiendo somos las personas encargadas de transmitir dichos actos, porque aunque lo hagamos, las redes sociales se encargan de tronar lo que hemos tratado de inculcar a los que están a nuestro alrededor, o vienen detrás nuestro.. (Ambos coincidimos con esa respuesta).

Todavía es tiempo de retomar el camino, de mejorar nuestra forma de pensar, de buscar ser mejores día con día y no caer en el juego de las aberraciones, de la locura y la negatividad, hagamos conciencia, los invito a todos y me invito a mí mismo a que antes de salir de casa, formemos una agenda bien estructurada, aprendamos a decir NO! Cuando es necesario, recordemos que tenemos límites, todos sabemos la hora en la que salimos, más no la hora en que regresamos y aunque es cierto que no solo en la Feria se ven todo este tipo de situaciones, lo vemos semana tras semana, todos tenemos derecho a divertirnos, pero que sea con moderación, busquemos regresar a casa sanos y salvos, y no regresemos en una caja, rodeado de las lágrimas de nuestros seres queridos, recuerden que venimos a este mundo para adaptarnos a él, no para adaptar el mundo a nosotros, el presente es el pasado del futuro y tú decides hoy, el cómo quieres verte mañana.

Gracias por tomarte este tiempo para leerme.

“La Voluntad debe ser el primer principio del ser humano”

3 comentarios en «Una festividad sin valores»

  1. Aplaudo:
    Los valores y la moral están ahí, lo que se está perdiendo somos las personas encargadas de transmitir dichos actos

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